Todos o casi todos, queramos o no, hemos tenido ese momento en plan psicólogo con nuestros amigos, o simplemente gente que no llegamos a conocer del todo, pero a la que queremos ayudar.
La situación suele darse en un momento en el que ese amigo tuyo (o amiga) está mal o le ha pasado algo. Empieza a contarte todo, con detalles o no, de tal manera que parece estar pidiéndote a gritos un consejo, o unas palabras de consuelo.
Entonces, yo, por ejemplo, como si de una psicóloga me tratara, me preparo y pienso todo lo que voy a decir. Cuido mucho cada palabra, porque intento que de verdad ayude a esa persona.
Una de las cosas malas que tiene hacer esto, es que algunas veces esa persona se cierra y se niega a recibir tu ayuda, pero siempre puedes insistir e insistir hasta que se deje ayudar (?). Bueno, no, no hay que forzar las cosas x3.
De todas formas, una curiosidad de hacer esta especie de ''terapia'' con los amigos, es que no te funciona contigo mismo.
Es decir, cuando tú eres quien tiene un problema o se encuentra mal, eres incapaz de decirte a ti mismo unas palabras que de verdad te reconforten o ayuden. Es como si, siendo al contrario, tuvieras que acudir tú a esa especie de amistad hecha ''psicólogo''.
Que es totalmente contradictorio el decir: ''Se escuchar a los demás, pero no sé ayudarme a mí mismo'', pero todos sabemos que, con ayuda, algunas cosas, se hacen mucho más amenas.
Fdo.: AyameN.
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